Humanos tras el declive del ecosistema del Atlántico
Tiempo de lectura: 2 minutos Estudio liderado por la Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB), señalan que la intervención humana a través de la sobrepesca y la degradación son las principales causas del declive de los ecosistemas marinos del Océano Atlántico Sur.
La sobrepesca y la degradación son las principales causas del declive de los ecosistemas marinos del Océano Atlántico Sur en las últimas décadas, según un estudio liderado por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB), en España.
La investigación, que publica la revista ‘PLoS ONE’, arroja luz sobre la magnitud del impacto humano sobre estas zonas marinas, antaño prósperas, a partir del análisis arqueológico de restos de peces procedentes de diversos yacimientos de Brasil.
El investigador del ICTA-UAB y del Departamento de Prehistoria de la UAB, Thiago Fossile, subrayó las crecientes presiones antropogénicas a las que se enfrenta la fauna acuática en Brasil, «un país conocido por sus impresionantes playas y su diversa fauna».
Según Fossile, las comunidades indígenas que habitaron la costa meridional de Brasil durante miles de años disfrutaron de ecosistemas marinos abundantes y diversos, repletos de peces de gran tamaño y alto nivel trófico, y depredadores importantes que en el pasado desempeñaron un papel importante en su seguridad alimentaria.
Esto permitió, según el investigador, su explotación habitual por parte de las poblaciones indígenas con tecnología pesquera sencilla durante miles de años.
Comparación arqueológica
Tras comparar los restos arqueológicos de las especies de peces del pasado con las poblaciones existentes en la actualidad, los investigadores han demostrado una disminución significativa de muchas de las especies, en particular de tiburones y rayas, posiblemente vinculada a la intensificación del impacto humano, como la sobrepesca y la degradación del hábitat en las últimas décadas.
Según Fossile, «muchas especies documentadas en yacimientos arqueológicos están ahora en peligro de extinción, mientras que, de otras especies no se tienen datos suficientes sobre su distribución y abundancia. Utilizando datos arqueológicos, podemos conocer mejor estos entornos perdidos y redefinir las líneas de base de la conservación».
El también investigador del ICTA-UAB André Colonese destacó la importancia de los ecosistemas costeros y marinos en el sostenimiento de la pesca de subsistencia durante miles de años a lo largo de la costa brasileña.
«Este estudio – añadió- subraya la importancia de incorporar datos arqueológicos a los debates sobre conservación en Brasil, reforzando la relevancia de esta disciplina para las cuestiones medioambientales».
Fuente: EFE