Estación reproductiva UdeC registra nacimientos de ranitas de Darwin rescatadas en Chiloé

Entre los 32 ejemplares de Rhinoderma darwinii  -ranita de Darwin del sur- traídos en enero desde Chiloé había algunos machos «preñados» que, pese al estrés del traslado, pudieron continuar cuidando a sus crías hasta el término de su metamorfosis.

El Director de la Estación y académico del Departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la UdeC, Juan Carlos Ortiz Zapata, informó que «todas las ranitas han sobrevivido; no han tenido problemas en su aclimatación, se alimentan bien (con pequeñas moscas y grillos) y los machos preñados han empezado a expulsar a sus crías», comentó.

La noticia es alentadora en el contexto de las iniciativas que se llevan a cabo en el país para proteger a esta especie que se encuentra en peligro crítico de extinción, promoviendo su reproducción ex situ (en cautiverio), con la idea de hacer una reintroducción a futuro en lugares donde ha desaparecido o disminuido su población.

El 20 de enero, la estación reproductiva de la UdeC recibió a sus nuevos habitantes en el contexto de una operación de rescate, coordinada por distintas organizaciones para reducir el contacto de las ranitas con el hongo quitridio (Batrachochytrium dendrobatidis) –patógeno altamente infeccioso, considerado uno de los principales responsables del declive de las poblaciones de anfibios en todo el mundo- que fue hallado en el parque. El recinto habilitó un contenedor especial para la cuarentena de las ranitas traídas del sur, con apoyo del Zoológico de Leipzig, socio permanente del proyecto universitario iniciado hace 15 años.

Poco antes, otro contingente de ranitas de Darwin del mismo lugar fue enviado al Zoológico de Londres (Inglaterra), donde ya se han producido treinta nacimientos.

Machos cuidadores

Las dos especies de ranita de Darwin -del sur, Rhinoderma darwinii, y del norte, Rhinoderma rufum (que no se ha avistado desde 1982)- se caracterizan por tener un sistema de cuidado parental único entre los anfibios, en el que el macho se hace cargo de la crianza.

Para ello usa su saco gutural, una estructura que tienen ranas y sapos, situado en general debajo de la barbilla, cuya función es amplificar sus cantos.

Todo parte cuando la hembra pone los huevos en el suelo, donde permanecen unas dos semanas, tiempo en que ocurren las primeras fases embrionarias.

Luego el macho «traga» los huevos donde se encuentran los embriones, para transportarlas al saco gutural, que comienza a abultarse con el crecimiento de las crías haciéndolo ver como si estuviera embarazado.

Las crías de Rhinoderma darwinii hacen toda su metamorfosis en esa cavidad y son expulsadas de allí cuando ya se han convertido en un individuo totalmente formado, en un lapso de 6 a 8 semanas.

En su hermana del norte, la incubación dura menos tiempo y son liberadas al alcanzar la fase de renacuajo, de modo que terminan su desarrollo fuera del saco gutural.

Durante el proceso, las larvas reciben alimento y oxígeno desde los tejidos de la cavidad vocal del padre y los absorben a través de su piel.

La literatura reporta un máximo de 22 crías en incubación, según los datos registrados en 1927 por el entonces Director del Instituto de Biología General de la UdeC, Ottmar Wilhem  Gross (1898-1974), quien realizó distintas experimentos con estos anfibios.

Los resultados de sus estudios fueron publicados en el primer número del Boletín de la Sociedad de Biología de Concepción -de la que fue uno de sus fundadores- bajo el título La Rhinoderma darwinii D y B.

Renacuajos

El Dr. Juan Carlos Ortiz señala que las ranitas de Tantauco están siendo monitoreadas constantemente, por lo que han logrado registrar los nacimientos casi en el mismo momento en que se han producido.

Por lo mismo, se pudo observar que uno de los machos preñados expulsó dos larvas que no terminaron su desarrollo. «Las larvas se han mantenido bien en la estación y ha seguido su proceso normal de metamorfosis y en ambas se ha absorbido la cola y han desarrollado las extremidades terminando su proceso de metamorfosis», indica.

Aunque se desconoce por qué las crías nacieron antes, el especialista cree que puede deberse a problemas atribuibles al viaje. Ortiz señala que el único dato de sobrevivencia de renacuajos de Rhinoderma darwinii corresponde a los experimentos de Ottmar Wilhelm, quien retiró larvas de un macho preñado.

«Hemos conseguido mantener vivos en el agua, con una alimentación adecuada, pequeños párvulos de Rhinoderma, extraídos de la bolsa gutural del macho, durante un tiempo relativamente largo (dos meses y  medio) hasta que algunos ejemplares alcanzaron su desarrollo metamorfósico completo«, anota el Dr. Wilhelmen la comunicación publicada en el Boletín de la Sociedad de Biología.

En cuarentena

Desde su ingreso a la estación, las ranitas rescatadas desde el Parque Tantauco se han mantenido aisladas en pequeños contenedores en el módulo habilitado para ellas en una cuarentena que se extenderá hasta mayo.

El director de la estación adelanta que tras el levantamiento de la cuarentena las ranas serán trasladadas a terrarios, con condiciones controladas, que simulan el ambiente natural de estos anfibios.

Como las ranitas han mostrado una buena adaptación a sus nuevas condiciones de vida, las proyecciones son que en agosto o septiembre los machos comiencen a realizar las vocalizaciones con que llaman las hembras en el inicio del periodo reproductivo y esperar que haya nuevos nacimientos.