En vivo 🟠 SEÑAL ONLINE

Investigadores chilenos desarrollan biotecnología para conservar orquídeas nativas

  -

Tiempo de lectura: 2 minutos Cerca del 20% de las orquídeas chilenas está catalogada como especies en riesgo, frente a esto, la iniciativa busca resguardar la población.

Comparte:

El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) en conjunto con el Centro de Conservación de Orquídeas Chilenas (Cecorch) están implementando un programa de conservación ex situ que utiliza hongos micorrícicos para propagar a las orquídeas, una especie endémica amenazada.

El proyecto busca afrontar, a través de herramientas biotecnológicas, la amenaza que mantiene a las especies endémicas en riesgo de desaparecer. Además de contribuir a su eventual restauración en los ecosistemas que habitaron en algún momento.

Durante el estudio, los investigadores identificaron varias especies de este vegetal a partir de un código de barras genético, sin necesidad de esperar el florecimiento de las plantas para estudiarlas.

Algunas de las especies que habitan en la región de Valparaíso incluyen la Chloraea heteroglossa y Chloraea disoides, ambas en peligro crítico de extinción y enfrentan la reducción excesiva de su población.

Un llamado urgente

Algo que caracteriza a las orquídeas es que la mayoría crecen en Chile y no se encuentran en ninguna otra parte del mundo. Un ejemplar puede producir cientos a miles de semillas microscópicas que, al no tener endosperma, no cuentan con el material nutritivo suficiente para alimentar al embrión y facilitar el desarrollo de una plántula.

El ingeniero agrónomo del INIA, Mauricio Cisternas, explicó que la complejidad de la germinación de las orquídeas se debe al ínfimo tamaño y la escasez de reservas nutritivas que las hace depender completamente de la asociación con los hongos para encontrar los nutrientes necesarios. Por lo tanto, no basta con conservar las semillas, sino también los hongos micorrícicos para lograr una conservación efectiva.

«La germinación de las semillas de orquídeas es dependiente de la presencia de hongos micorrícicos, ya que estos establecen relaciones simbióticas con las raíces y, son esenciales para su desarrollo y sobrevivencia», apuntó Cisternas.

A la fecha, el ingeniero ha logrado propagar cerca de 20 especies de orquídeas chilenas, incluyendo cinco que están en peligro de extinción.

«Buscamos a nivel de laboratorio garantizar una alta tasa de sobrevivencia y establecimiento a nivel de vivero y en el campo. Esto se logra cuando las orquídeas desarrollan una simbiosis efectiva con sus hongos micorrícicos. Sin embargo, también es posible propagar las orquídeas con métodos tradicionales in vitro sin la asistencia de un hongo micorrícico, reemplazando la acción del hongo por medios de cultivos especializados», explicó el ingeniero.

Técnicas in vitro

Entre las técnicas evaluadas para el estudio se incluyen la propagación de plantas por cultivo in vitro y el uso de código de barras genético. Conocido también como cultivo de tejidos vegetales, esta técnica de propagación busca generar tejidos nuevos a partir de una pequeña porción de la planta.

Mediante un medio de cultivo bajo condiciones de esterilidad y en un entorno de laboratorio, el proceso permite obtener plantas a partir de diversos tejidos vegetales de la especie original que se utiliza como modelo.

«Podemos conservar varios genotipos de diferentes lugares y no se requiere una gran extensión de terreno. Este método permite almacenar múltiples plantas en espacios reducidos», sostuvo el ingeniero.

Pese a las limitadas investigaciones sobre la propagación in vitro de esta planta, el potencial como herramienta biotecnológica destaca ampliamente por su capacidad de proteger a una de las especies más numerosas del reino vegetal, con alrededor de 25 mil especies distribuidas en todo el mundo.


Te puede interesar