Margaret Hamilton: La ingeniera de software detrás del exitoso viaje a la Luna en 1969

Tiempo de lectura: 2 minutos Reconocida entre sus pares por sus habilidades, se convirtió en la primera ingeniera de software que forjó la base de la programación moderna. Su determinación y trabajo en el software del Apolo 11 fue clave para llevar a la tripulación a la Luna.
En 1969, los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins llegaron hasta la Luna para marcar lo que sería un avance trascendental en la historia de la humanidad. Sin embargo, aquella historia tuvo una figura clave para el exitoso desenlace.
Nacida en la ciudad de Paoli, en Estados Unidos, Margaret Hamilton mostró un gran interés por las matemáticas y la lógica desde temprana edad, competencias que la llevarían a una carrera en el campo de la programación, que en ese entonces, daba sus primeros pasos.
A pesar de las barreras y la baja participación femenina en esta ciencia, Margaret se graduó en matemáticas y filosofía en el Earlham College en 1958. Poco después comenzó a trabajar como profesora, sin imaginar el giro inesperado que tendría en su vida.
Los desafíos que pavimentaron su camino
El mayor desafío de su carrera llegó en 1963, cuando decidió postular al cupo que el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ofrecía para trabajar en el desarrollo de un software capaz de predecir patrones meteorológicos.
De manera autodidacta, la pionera en programación aprendió a escribir el código con un enfoque en la detección y corrección de errores. Gracias a sus habilidades, escaló rápidamente y llegó a un puesto clave en el proyecto SAGE, un sistema de defensa aérea diseñado para detectar ataques soviéticos durante la Guerra Fría.
En 1963 Margaret comenzó el mayor desafío de su carrera: desarrollar el software del programa Apolo.
Rodeada por computadores primitivos y limitados recursos, Margaret y su equipo diseñaron el software que optimizaba cada línea de código para asegurar la máxima eficiencia. Entre sus innovaciones más destacadas se encuentra la creación de un sistema de prioridades para el Módulo de Excursión Lunar (LEM), que fue clave para no interrumpir la misión.
Fue precisamente ese sistema el que permitió que, durante el descenso del Apolo 11 hacia la Luna, una alarma de sobrecarga del sistema no interfiriera con el alunizaje. Esto hizo posible el aterrizaje de los tres astronautas en el satélite natural el 20 de julio de 1969.
Un legado para la programación
Con su trabajo en el código que trajo el éxito para la misión, la científica computacional sentó las bases de la ingeniería de software como se conoce actualmente. Además de su contribución en el alunizaje, Margaret fundó su propia empresa “Higher Order Software” con el objetivo de desarrollar sistemas más seguros y confiables.
En homenaje a su legado, el año 2016 recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto reconocimiento civil en Estados Unidos, entregada por el entonces presidente, Barack Obama.