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Atrapanieblas: El innovador método aplicado en Chile con potencial para combatir la escasez hídrica

Atrapanieblas: El innovador método aplicado en Chile con potencial para combatir la escasez hídrica

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Tiempo de lectura: 2 minutos Las evidencias demostraron que la niebla puede funcionar como un suministro de agua urbana complementario. El instrumento, además de cubrir las demandas de las personas, sería un beneficio para el fomento de espacios verdes en el norte del país.

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La académica de la Universidad Mayor, Virginia Carter, en conjunto con Nathalie Verbrugghe de la Universidad Libre de Bruselas desarrollaron un estudio en Alto Hospicio, región de Tarapacá que concluyó el potencial del agua de niebla como una alternativa para mitigar los efectos en zonas con escasez hídrica.

En detalle, el «atrapaniebla», una malla suspendida entre dos postes, busca atrapar la humedad del aire y transformarla en gotas con la idea de acumular agua para combatir el desafío de abastecimiento futuro del componente vital para la vida.

Debido a las constantes masas de niebla costera que recibe la zona en las temporadas de invierno y primavera, las investigadoras utilizaron los colectores de niebla estándar (SFC) y el modelo AMARU, un método predictivo que procesa información meteorológica del lugar y la complementa con datos obtenidos a través de sensores remotos.

«El agua de niebla tiene el potencial de servir como una fuente de agua alternativa eficaz para las poblaciones que carecen de acceso a agua potable de una fuente pública de agua y para actividades como el riego de espacios verdes urbanos, el consumo humano y la agricultura hidropónica», constató la publicación.

Una alternativa que podría potenciar las áreas verdes

A partir de esto, concluyeron que tanto en la zona de Alto Hospicio como lugares aledaños, es posible recolectar entre 0,2 y 5 litros de agua por metro cuadrado, a diario. Mientras que entre agosto y septiembre la cifra podría alcanzar los 10 litros por metro cuadrado.

Con esta evidencia en mano, las académicas estimaron que una instalación de 17 mil metros cuadrados de malla permitiría generar 300 mil litros de agua a la semana. Por otro lado, prevén que 110 metros cuadrados de malla serían suficientes para cubrir las necesidades de riego en las áreas verdes de la ciudad.

«Esta investigación representa un cambio notable en la percepción del uso del agua de niebla, que ha pasado de ser una solución rural y de pequeña escala a un recurso hídrico práctico para las ciudades y una oportunidad clave para mejorar la calidad de vida de los habitantes», destacó la Dra. Carter.


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