Chilenos trabajan en robot con inteligencia artificial que cosecha frutas delicadas

Tiempo de lectura: 2 minutos La tecnología busca ofrecer una solución tecnológica a la agricultura chilena ante la escasez de mano de obra y la necesidad de aumentar la eficiencia.
Un equipo de ingenieros de la Universidad Católica (UC) está desarrollando un robot con inteligencia artificial (IA) capaz de cosechar frutas delicadas como cerezas, arándanos y nectarines.
El robot, liderado por el profesor Miguel Torres de Ingeniería UC, está diseñado para desenvolverse en terrenos agrícolas complejos. Cuenta con una base móvil que le permite desplazarse por superficies irregulares y dos brazos robóticos para manipular con precisión las frutas y herramientas.
A diferencia de otros sistemas automatizados, la tecnología no requiere de una infraestructura especial para operar, adaptándose a las condiciones variables del campo chileno.
«Estas tareas agrícolas requieren precisión y constancia. La idea es tener una herramienta tecnológica que pueda asistir a los trabajadores en labores que requieren dichas destrezas, contribuyendo a la eficiencia del sector», explicó Torres.
La utilización de algoritmos de IA es fundamental para el aprendizaje y adaptación del robot a diferentes tareas y entornos. El sistema no solo ejecuta tareas predefinidas, sino que aprende y ajusta su desempeño en tiempo real gracias a la IA, según las condiciones específicas del campo.
IA para una agricultura más eficiente y sostenible
El equipo de la UC está perfeccionando los sensores y sistemas de percepción del robot para optimizar la captura y procesamiento de información. El objetivo es alcanzar un alto nivel de autonomía que le permita tomar decisiones óptimas en diversas situaciones, como la identificación del punto de maduración ideal para la cosecha, minimizando el daño a las frutas.
«Estamos trabajando en un sistema que no solo realice tareas predefinidas, sino que también aprenda y se ajuste a distintas condiciones de trabajo en el campo. El uso de IA es clave en este proyecto, ya que le otorga al robot la capacidad de tomar decisiones en tiempo real«, agregó el académico.
Este tipo de automatización no solo optimiza el uso de recursos como agua y fertilizantes, reduciendo el impacto ambiental, sino que también mejora la calidad de los productos cosechados, lo que beneficia tanto a los productores como a los consumidores. Además, el robot se presenta como una alternativa para suplir la falta de mano de obra, una problemática recurrente en el sector agrícola.