Claudia López: La ingeniera que apuesta por una inteligencia artificial con perspectiva de género

Académica del Departamento de Informática de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) e investigadora del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), Claudia López, encontró su inspiración inicial en las matemáticas. Ahora, la ingeniera aboga por una inteligencia artificial (IA) con perspectiva de género, convirtiéndose en una voz clave en el panorama científico chileno.

«Sabíamos que había algo raro, sabíamos que habíamos pocas mujeres, pero no hablábamos de su representación de nuestro género (…). Hoy sabemos y tenemos evidencia de que la diversidad aporta a la ciencia y a la innovación con las distintas perspectivas de la gente», destacó la doctora en Ciencias de la Información y Tecnología.

Como todo proceso, el camino de Claudia hacia la ingeniería informática no fue lineal, sino que estuvo guiado por pequeños pasos. En principio, las matemáticas despertaron en ella un interés, lo que la llevó a titularse como ingeniera. Pero luego, su ahora colega, Cecilia Reyes, la motivó a seguir la informática con la tentadora idea de cambiar el mundo.

Tras años de dedicación a la informática, su llegada a la inteligencia artificial fue un encuentro fortuito durante la pandemia en 2020. La lectura del libro «Feminismo de datos» de la escritora Catherine D’ignazio y Laura Klein le abrió los ojos a la necesidad de repensar la IA desde una perspectiva que entendiera las desigualdades del mundo.

«Yo no tenía idea de lo que era un magíster, yo no sabía lo que era hacer un doctorado. No había soñado en mi vida que iba a hacer un doctorado afuera, si no fuera porque alguien creyó en mi», señaló Claudia.

Inspiración y referentes que guiaron su camino

A lo largo de su trayectoria, los docentes que apoyaron a Claudia tuvieron un rol crucial en su progreso y aportes. Hoy, la ingeniera busca ser una figura ejemplar para sus estudiantes, enfatizando el rol que tienen las mujeres en la ingeniería y en las ciencias.

Para la académica, la clave está en entender que la tecnología y la ingeniería son inherentemente sociales, por eso, respalda la discusión pública informada sobre la inteligencia artificial, que considere las implicancias sociales y éticas de esta tecnología.

«Hay un montón de ideas que no se han hecho realidad todavía o problemas que no se han estudiado lo suficiente, porque no hay suficientes mujeres poniéndole atención a esas tareas, desde las disciplinas de las que pueden resolver», advirtió la ingeniera.

Finalmente, la ingeniera llamó a que las futuras informáticas deben intentarlo, aún cuando sienten que no son buenas en matemáticas. Buscar los desafíos y problemas de interés para resolver son otro componente crucial en el progreso.

«La única forma de entrar a ingeniería no es que te vaya bien en las matemáticas, hay otras razones para entrar a ingeniería que son importantes y hay otros saberes que son muy importantes para la ingeniería más allá de las matemáticas», reflexionó la investigadora principal del Núcleo Milenio de Investigación en Futuros de la Inteligencia Artificial (FAIR).