Nuevo virus amenaza los cultivos de cilantro en Chile
Tiempo de lectura: 2 minutos Científicos chilenos aclaran que el nuevo virus en plantas de cilantro no afecta a personas o animales, pero sí al cilantro, lo que pude traer consecuencias para la producción de pequeños agricultores.
Un equipo de científicos de la Universidad de Chile, en colaboración con el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) y la Universidad de O’Higgins, descubrió un nuevo virus en cultivos de cilantro en la región Metropolitana, utilizando tecnología de secuenciación masiva.
Este hallazgo, publicado en la revista Viruses, fue el resultado de un estudio liderado por el profesor Alan Zamorano del Departamento de Sanidad Vegetal de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile. En él, fue identificado un nuevo virus, denominado Cytorhabdovirus coriandrum, cuyo genoma contiene 14.180 nucleótidos.
«La técnica de secuenciación masiva nos permitió identificar este virus. Este tipo de tecnología nos abre las puertas para descubrir agentes virales que nunca habían sido descritos», explicó Zamorano.
Además del nuevo virus, se encontraron otros siete virus diferentes en una misma planta de cilantro, incluyendo el beet mosaic virus y el turnip yellows virus, nunca antes reportados en este cultivo. Esta alta carga viral, según el investigador, «evidencia la necesidad de un manejo preventivo eficaz».
Es importante destacar que estos virus no representan ningún riesgo para la salud humana ni animal, ya que «los virus que infectan plantas no tienen la capacidad de infectar células animales o humanas debido a las barreras evolutivas», aclaró Zamorano.
Llaman a fortalecer estrategias de prevención
La investigación también se centró en el rol de los áfidos, pequeños insectos conocidos como pulgones, en la transmisión de estos virus. «Estos insectos son vectores clave, ya que pueden mover una gran diversidad de especies virales de planta en planta, incluso entre cultivos y malezas aledañas», señaló Zamorano.
Este descubrimiento resalta la importancia de controlar las poblaciones de áfidos y manejar adecuadamente las malezas, que pueden actuar como reservorios de virus, especialmente en la agricultura familiar campesina.
El cilantro, aunque de bajo impacto económico a nivel nacional, es un cultivo relevante para los pequeños agricultores. La falta de prácticas agronómicas adecuadas y un manejo limitado de malezas contribuyen a la propagación de estas enfermedades virales.
En este contexto, el profesor Zamorano hizo un llamado a fortalecer las estrategias de prevención, enfatizando que «en el caso de las enfermedades virales, no existe cura en campo; la única opción es la prevención de la infección».
El estudio, que analizó en detalle la interacción entre virus, vectores y reservorios, plantea nuevos desafíos para el desarrollo de políticas agrícolas que apoyen a la agricultura familiar. «Esta investigación es solo el comienzo; necesitamos continuar investigando cómo estos virus impactan a otros cultivos hortícolas y cómo mitigar sus efectos en el futuro”, concluyó Zamorano.