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Una de cada siete personas en Chile presentan síntomas moderados o severos de depresión

Una de cada siete personas en Chile presentan síntomas moderados o severos de depresión

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Tiempo de lectura: 3 minutos La encuesta reveló nuevas cifras que revelan el impacto de los síntomas de depresión en la vida cotidiana y la relación con factores como el sueño, el trabajo y la soledad, entre quienes presentan síntomas moderados o severos de esta patología.

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De acuerdo con la nueva edición del Termómetro de Salud Mental Achs-UC, el 13,7% de los encuestados presenta síntomas moderados o severos de depresión, un alza estadísticamente significativa de 3,3 puntos porcentuales respecto de lo encontrado en la ronda anterior, de abril de 2024. Las mujeres tuvieron una prevalencia de 17,4%, casi el doble de los hombres (9,8%).

Los resultados también indicaron que el 16,8% de las personas mayores de 18 años en el país presentan algún problema de salud mental.

El Director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, David Bravo, indicó que “los datos del Termómetro de la Salud Mental indican que a fines de 2024 cerca de 2 millones de personas adultas (18 años o más) presentan síntomas de depresión en el país, lo que refleja una realidad compleja que invita a ser abordada por las políticas públicas para mejorar el acceso, la información y la calidad de las intervenciones en salud mental».

Daniela Campos, Jefa Técnica de Riesgos Psicosociales de Achs Seguro Laboral, dijo que “el impacto de una patología como la depresión se extiende al ámbito emocional, social y laboral de una persona, convirtiéndola en un desafío que requiere atención oportuna, acceso a tratamientos eficaces y un esfuerzo conjunto de la sociedad para abordar sus múltiples dimensiones. Es necesario recordar, que no solo impacta a quienes la padecen, sino también a sus familias y entorno cercano”.

El impacto de la depresión

En esa línea, y con el objetivo de mostrar un panorama más completo de la depresión en el país, esta edición del estudio publicó cifras inéditas de esta patología en los individuos.

Por ejemplo, las personas encuestadas entre 18 y 24 años exhibieron una prevalencia de 28,9%, superando ampliamente al resto de los rangos etarios. Le siguieron el grupo entre 35 a 44 años con 19,5% y 25 a 34 años, con un 14,4%. El resto de los rangos no superó el 12%.

En cuanto al efecto en la vida cotidiana de las personas, quienes presentaron síntomas severos reportaron en un 46% que se les había hecho muy o extremadamente difícil atender su casa o relacionarse con otros individuos debido a estos problemas. La cifra disminuye a un 12% de los casos de quienes tuvieron síntomas moderados y 10% en quienes mostraron síntomas leves de depresión.

¿Qué factores se relacionan con la depresión?

La nueva edición del Termómetro de la Salud Mental Achs-UC también mostró que tanto en el caso de síntomas leves como de síntomas moderados y severos de depresión, se presentan en mayor proporción entre quienes perciben mayor soledad y quienes tienen menos redes de apoyo.

En relación al estilo de vida de los encuestados, el 53,8% de las personas que presentaron problemas de insomnio evidenció síntomas tanto moderados como severos de depresión. Por otra parte, se manifiestan más frecuentemente entre quienes reportan niveles de consumo de alcohol de riesgo (26,3%) y sedentarismo (22,7%).

“Estos resultados muestran la necesidad de abordar la salud mental desde un enfoque integral que incluya la promoción de la actividad física, la creación y fomento de espacios para la interacción social y el tratamiento del consumo de sustancias”, sostuvo Antonia Errázuriz, académica del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la UC.

¿Qué pasa en el trabajo?

La prevalencia de síntomas de depresión también se relaciona con lo que viven las personas en el ambiente laboral. Quienes están desocupados tienen casi el triple de prevalencia que aquellas personas que tienen un empleo remunerado (31,6% vs 11,3%). Las personas inactivas, o fuera de la fuerza laboral, mostraron síntomas moderados o severos en un 15,6%.

Por otra parte, las manifestaciones más severas se observaron en aquellas que evidenciaron altos niveles de agotamiento o burnout (80,5%) y entre quienes han experimentado en mayor proporción de situaciones de violencia y acoso laboral (55,4%). Dichos síntomas son inferiores entre quienes tienen mayores niveles de satisfacción laboral.

Daniela Campos explica que “el trabajo puede presentarse como un factor protector, pero no hay que descuidar el efecto que tiene la alta carga laboral y, por supuesto, situaciones de acoso o abuso, que deben ser resueltas con celeridad en cada organización”.


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