Estudio revela aumento de mortalidad y costos para la salud pública por resistencia a los antibióticos
Tiempo de lectura: 2 minutos La resistencia a los antibióticos aumenta un 42% el riesgo de muerte, extiende hospitalizaciones y genera costos elevados para el sistema de salud, según un estudio realizado en Chile. La OMS la considera una amenaza global, destacando la urgencia de estrategias para su prevención y control.
Los pacientes con infecciones resistentes a los antibióticos presentan un 42% más de riesgo de morir en comparación con aquellos con infecciones por bacterias susceptibles, de acuerdo a datos recopilados de hospitales públicos en la zona norte, la Región Metropolitana y el sur de Chile.
Este es uno de los hallazgos de la investigación “Excess Burden of Antibiotic-Resistant Bloodstream Infections: Evidence from a Multicentre Retrospective Cohort Study in Chile, 2018-2022”, publicada en el The Lancet Regional Health Americas. El estudio es una colaboración entre investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través de la Escuela de Gobierno, y la Universidad del Desarrollo.
El trabajo muestra un aumento preocupante en la mortalidad, la duración de hospitalizaciones y los costos asociados a infecciones resistentes, subrayando la urgencia de políticas efectivas para enfrentar la resistencia a los antimicrobianos.
¿Cuándo se produce la resistencia a los antibióticos?
Esta ocurre cuando las bacterias desarrollan mecanismos que les permiten sobrevivir a los tratamientos con antibióticos, volviéndolos inefectivos. Este fenómeno se ve impulsado por el uso inadecuado o excesivo de antibióticos en humanos, animales y cultivos agrícolas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia es una de las tres amenazas prioritarias para la salud humana en el siglo XXI.
“La aparición y propagación de la resistencia antimicrobiana representa un riesgo considerable para la medicina moderna y es reconocida globalmente como uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Esperamos que los resultados de este estudio sirvan para llamar la atención sobre la urgencia de este desafío. Las vidas perdidas y costos económicos de la resistencia ya no pueden ser ignoradas”, sostiene Eduardo Undurraga, profesor de la Escuela de Gobierno UC y co-autor del estudio.
Principales resultados
Además del aumento del riesgo de mortalidad entre pacientes con infección por bacterias resistentes, se observó un incremento del 14% en la duración de las hospitalizaciones y una probabilidad 25% mayor de ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), además de la pérdida de 2.270 años de vida ajustados por discapacidad (DALYs – Disability Adjusted Life Years) en el país.
Respecto a los costos económicos, cada hospitalización por infección resistente, comparado con bacterias susceptibles, representa un costo adicional de USD 2.300 para el sistema de salud. Desde una perspectiva social, el impacto anual asciende a USD 53 millones.
Los autores del estudio subrayan la importancia de reforzar la detección temprana, implementar medidas estrictas de control de infecciones y promover un manejo adecuado de los antimicrobianos en los hospitales.
“Este estudio muestra la necesidad urgente de generar estrategias integradas para prevenir infecciones y optimizar el uso de antibióticos en hospitales. La presión que ejercen la resistencia antimicrobiana sobre los sistemas de salud sigue creciendo, a pesar de importantes esfuerzos de las autoridades sanitarias en los últimos años”, comenta José Munita, co-autor, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad del Desarrollo.
Por su parte, Kasim Allel, otro de los investigadores participantes y afiliado a la Universidad de Oxford, añade que “comprender la magnitud de las infecciones por bacterias resistentes y sus costos es clave para orientar la formulación de políticas de prevención y control y priorizar la asignación de recursos. También identificamos una brecha crítica en la investigación de infecciones adquiridas en la comunidad, lo que exige mayor atención por su posible impacto en la salud pública”.