Además, está incluida en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora Silvestres (CITES, según su sigla en inglés).
Por ello, CONAF llamó a la ciudadanía para que respete y valore la biodiversidad de los ecosistemas locales y que colabore activamente con su conservación, para garantizar la supervivencia de estas especies y la preservación de sus hábitats.
“La familia Cactaceae desempeña un rol crucial en los ecosistemas xerofíticos debido a sus múltiples funciones ecológicas. Estas plantas actúan como reservorios de agua en zonas áridas y semiáridas, proporcionan hábitat y alimento a diversas especies de fauna, y contribuyen a la estabilidad del suelo, previniendo la erosión”, explicó Jean Pierre Villegas, jefe del Departamento de Evaluación Ambiental y Fiscalización Forestal de CONAF Arica y Parinacota.
Fiscalización forestal
La inspección en terreno se realizó en respuesta a una alerta emitida por el Departamento de Áreas Silvestres Protegidas (DASP) de CONAF, que informó sobre la presencia de ejemplares de cactus candelabro que podrían ver afectado su estado fisiológico.
En el lugar, el equipo especializado tomó registros de los cactus, evaluando signos de daño mecánico, presencia de plagas o enfermedades y condiciones hídricas del entorno inmediato.
Villegas agregó que el Browningia candelaris en particular, es una especie constantemente amenazada por las actividades humanas, como el sobrepastoreo, la expansión de la frontera agrícola, el tráfico ilegal de plantas ornamentales y el cambio climático.
Finalmente, se informó que existirá una coordinación con las autoridades para asegurar que estos ejemplares sean protegidos de manera adecuada, “ya que el trabajo conjunto entre organismos públicos, comunidades locales y la sociedad en general es clave para proteger la diversidad biológica y mantener el equilibrio ecológico de los frágiles ecosistemas xerofíticos de nuestra región”, cerró el fiscalizador forestal.