Científicos chilenos descubren nueva estrategia para tratar la depresión
Tiempo de lectura: 2 minutos Investigadores chilenos descubrieron que células del sistema nervioso liberan químicos que afectan a las neuronas, algo que podría permitir tratamientos más rápidos y precisos contra la depresión.
Investigadores chilenos han descubierto que los astrocitos (células de soporte del cerebro) desempeñan un rol esencial en la aparición de síntomas depresivos.
El avance, liderado por el profesor Jimmy Stehberg de la Universidad Andrés Bello (Unab) y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, podría revolucionar el tratamiento de la depresión con opciones más rápidas y precisas.
«Históricamente los astrocitos se consideraban meros ayudantes de las neuronas. Desde hace ya algunos años sabemos que tienen un papel activo en la comunicación neuronal y ahora, que su actividad excesiva desencadena la depresión, al menos en modelos animales», explicó Stehberg.
El estudio reveló que el estrés crónico provoca que los astrocitos liberen de forma descontrolada sustancias químicas como el glutamato y la D-serina. Estas sustancias activan en exceso los receptores NMDA en las neuronas, desencadenando los síntomas que se asocian con la depresión.
Este hallazgo podría dejar atrás el enfoque exclusivo en las neuronas característico de los antidepresivos actuales, planteando una nueva estrategia en salud mental que se enfocaría en los astrocitos.
Una nueva molécula para combatir la depresión
Uno de los principales descubrimientos fue la molécula cacotelina, que impide la liberación descontrolada de compuestos desde los astrocitos, evitando la aparición de síntomas depresivos en modelos animales.
El investigador de la Unab destacó que esta molécula «tiene un blanco farmacológico más directo que los antidepresivos tradicionales, ofreciendo un efecto en minutos en lugar de semanas«. También señaló que esta molécula podría prevenir la depresión en contextos de alto estrés.
Según Stehberg, los fármacos diseñados a partir de esta molécula han mostrado resultados prometedores en animales. Sin embargo, hizo un llamado a la precaución: «Aún queda un largo camino, por lo que es importante hacer el llamado a que las personas no prueben el fármaco por sí mismos, ya que las pruebas clínicas en humanos aún no se han llevado a cabo».
Este avance representa un cambio de paradigma en el tratamiento de la depresión, colocando a los astrocitos como un objetivo terapéutico clave y ofreciendo esperanza para quienes enfrentan esta compleja enfermedad.