El nuevo instrumento astronómico con el que Chile competirá en la búsqueda de exoplanetas
Tiempo de lectura: 2 minutos Con el objetivo de fortalecer el papel de Chile en la astronomía mundial, un equipo de la Universidad Católica diseñó un espectrógrafo que ayudará a analizar planetas que están fuera del Sistema Solar.
Los exoplanetas son planetas que orbitan alrededor de otras estrellas fueras del nuestro Sistema Solar. A la fecha, se han identificado miles y casi todos son muy distintos a los que están cerca de la Tierra. Por lo mismo, muchos científicos buscan estudiarlos, con el objetivo de entender la diversidad de mundos en el Universo y evaluar si alguno podría albergar vida.
Chile no se queda atrás en esta tarea, ya que tras varios años de trabajo, el país se consolida nuevamente en la astronomía global al lograr la «primera luz» del espectrógrafo PLATOSpec. Este es un instrumento que analiza los colores de las estrellas para saber de qué están hechas, sus temperaturas y detectar cambios luminosos que podrían significar que un exoplaneta las está orbitando.
En este caso, la «primera luz» (o primera observación) confirma que el espectrógrafo está listo para realizar mediciones de alta precisión, apoyando la búsqueda de exoplanetas desde el Observatorio La Silla.
Se trata de un avance que permitirá seleccionar a los candidatos más prometedores identificados por la misión PLATO de la Agencia Espacial Europea (ESA), cuyo lanzamiento está previsto para 2026.
Leonardo Vanzi, director del Laboratorio de Instrumentación del Centro de Astro Ingeniería UC y responsable del diseño del espectrógrafo, explicó que el logro incluye la recuperación de un telescopio de 1,52 metros que había quedado en desuso: «Son un complemento indispensable a los telescopios gigantes. Además, son una herramienta que promueve el desarrollo y prototipado de nuevas tecnologías, y la formación de nuevos científicos, astrónomos, ingenieros y técnicos».
Tecnología de punta en Chile
El desarrollo de PLATOSpec fue posible gracias al Instituto Astronómico de la Academia de Ciencias de la República Checa, que lideró la modernización del telescopio recuperado en La Silla; al Observatorio Estatal Turingio de Tautenburg en Alemania, encargado del diseño de la unidad de calibración del espectrógrafo; y a la Universidad Adolfo Ibáñez, que lidera el procesamiento y análisis de datos.
Esta red internacional refuerza el rol de Chile como sede de algunas de las iniciativas astronómicas más importantes del mundo y le permite acceder a tecnología de punta y formar parte de investigaciones que podrían cambiar nuestra comprensión del cosmos.
El financiamiento provino de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) mediante los proyectos Fondecyt, Quimal y Basal CATA, lo que subraya el compromiso del país con la ciencia de frontera.
