Chilenos descubren inusuales nubes de gas brillante alrededor galaxias súper lejanas
Tiempo de lectura: 2 minutos Gracias al telescopio espacial James Webb, un equipo de astrónomos logró ver estas “nubes verdes” de oxígeno ionizado en un grupo de galaxias cuya luz salió cuando el Universo tenía solo el 10% de su edad actual.
El desarrollo instrumental astronómico de los últimos años ha permitido superar ciertas fronteras de estudio que parecían inaccesibles hasta hace poco, como ocurre con las galaxias muy lejanas.
Gracias a la información obtenida con el telescopio espacial James Webb (JWST), un equipo de investigadores del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines, CATA, detectó dos gigantescas nebulosas de oxígeno ionizado en la periferia de un grupo de galaxias distantes.
De acuerdo al análisis de los investigadores, estas nubes–que son tan grandes como una galaxia– brillan con un característico color verde al estar iluminadas por un núcleo galáctico activo (AGN por sus siglas en inglés). Los AGN son eventos extremadamente energéticos asociados al crecimiento del agujero negro supermasivo que se encuentra en el centro de las galaxias.
Este fenómeno de “nubes verdes” también se ha observado en el Universo cercano. Existe un objeto conocido como Hanny’s Voorwerp que comparte varias características con las nubes descubiertas con el JWST y que ha sido interpretado como el eco de la luz de un AGN que se habría extinguido en una galaxia cercana.
El astrónomo del CATA Manuel Solimano, estudiante de doctorado de la Universidad Diego Portales, junto con Manuel Aravena, investigador Asociado del CATA y académico de la Universidad Diego Portales, y Jorge González-López, investigador Adjunto del CATA y académico de la Universidad Católica, lograron detectar estas nubes en el grupo de galaxias J1000+0234.
Estas están ubicadas a una distancia tal que presenta un corrimiento al rojo de 4.5. Esto significa que su luz fue emitida hace 12.400 millones de años, cuando el Universo tenía el 10% de su edad actual. Este grupo es parte de una región que alberga numerosas galaxias clasificada como “proto cúmulo de galaxias”. Es decir, esta estructura probablemente evolucionará hasta convertirse en un cúmulo de galaxias como los que vemos en el Universo cercano.
Hallazgo posible gracias al James Webb
El descubrimiento, que quedó plasmado en un artículo publicado por la prestigiosa revista Astronomy & Astrophysics, es significativo, porque proporciona evidencia de que los AGN pueden estar presentes en fases tempranas de formación de estructuras en el Universo, aunque estén altamente oscurecidos.
La energía de estos AGN puede afectar su entorno de manera importante, impulsando procesos como la formación estelar o la distribución de gas a gran escala en los proto cúmulos. Además, la detección de estos AGN ocultos podría cambiar la forma en que entendemos la co-evolución de galaxias y agujeros negros.
“Un agujero negro supermasivo sí o sí va a afectar lo que está pasando en una galaxia, eso se sabe. Pero aquí lo estamos viendo afectar el gas que está más allá de la galaxia, en el medio circun-galáctico. Tenemos un caso donde un agujero negro supermasivo está ionizándo gas a escala muy grande”, explica Jorge González López.
Uno de los aspectos llamativos de este hallazgo es que el AGN está escondido detrás de un grueso velo de material interestelar, haciéndolo invisible en longitudes de onda de rayos X. Sin embargo, la observación de líneas de emisión de alta ionización, permite identificar su influencia. Este descubrimiento resalta la capacidad del JWST para desentrañar estos misterios en el Universo temprano.