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Un manual permite que estudiantes sepan identificar riesgos naturales

Un manual permite que estudiantes sepan identificar riesgos naturales

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Tiempo de lectura: 2 minutos Junto a estudiantes del Centro Educacional Eduardo de la Barra en Peñalolén, el geógrafo Simón Inzunza desarrolló un manual para guiar la identificación de amenazas de origen natural en establecimientos educativos.

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Un manual, titulado “Exploradores del Riesgo: Identificando riesgos naturales en mi entorno para estar mejor preparados”, fue desarrollado por estudiantes de primero medio del Centro Educacional Eduardo de la Barra de Peñalolén, liderados por el geógrafo CIGIDEN, Simón Inzunza. 

Se trata de un mapeo colectivo para la educación escolar, la cual se basó en la experiencia de las niñas y niños que participaron en jornadas en el parque urbano y natural de la Quebrada de Macul.

La profesora de ciencias, Marzueli Rivas, destacó que esta actividad le permitió a ella y a sus estudiantes “llevar nuestro aprendizaje al terreno donde ellos tuvieron la oportunidad de conocer las amenazas naturales, identificar aquellos puntos de amenazas naturales o puntos vulnerables”.

Financiado por el Par Explora Suroriente de la Vicerrectoría de la Pontificia Universidad Católica de Chile, los estudiantes aprendieron sobre las diversas amenazas de origen natural con las que conviven en el sector de Peñalolén y La Florida, lugares por donde pasó el aluvión de la Quebrada de Macul de 1993.

Amenazas en terreno

El manual se compone de los distintos momentos que tuvieron los estudiantes durante el proyecto. Inzunza aplicó un cuestionario online en el que preguntó: ¿Qué son los riesgos y “desastres naturales”? destacando respuestas tales como: “Son desastres causados por la naturaleza sin alguna fecha exacta u hora”; “son accidentes que ocurren día a día, no los causa la gente, los causa el planeta”.

En el Parque Urbano Quebrada de Macul, el cual fue creado como medida de mitigación tras el aluvión del 3 de mayo de 1993, los estudiantes realizaron un recorrido que les ayudó a hacer un mapeo del área para identificar lo que consideran como amenazas y vulnerabilidades.

No tan solo caracterizaron el aluvión, inundaciones por desborde del canal San Carlos y Zanjón de la Aguada e incendios, sino que también tomaron en cuenta la delincuencia del sector.

Dylan Ramírez, estudiante que participó del proyecto, destacó la salida a la Quebrada de Macul: “Junto a mis compañeros aprendí muchas cosas, como la importancia de saber de los aluviones, de los derrumbes en caso de terremoto y también de lo que debemos hacer en caso de lluvia”.

Ideas para reforzar la preparación

Simón Inzunza explica que esta actividad permitió a los estudiantes desarrollar un entendimiento más profundo de los riesgos naturales en Chile.

A través del trabajo en equipo y experiencias en terreno, no solo indagaron sobre amenazas como aluviones, inundaciones e incendios forestales, sino que también realizaron mapeos en diversas escalas: barrio, entorno al colegio, plaza cercana y la quebrada de Macul, utilizando tecnologías como aplicaciones móviles y mapas impresos, lo que fortalece la preparación ante desastres.

El geógrafo señala que “aunque el enfoque principal de la actividad fue sobre amenazas naturales, también surgieron otros riesgos (antrópicos), como la delincuencia, baleos y la caída de aviones, los cuales sin duda deben ser considerados para una reducción integral del riesgo de desastre”.

Según consigna el documento, este servirá como “insumo para replicar este método en otras comunidades educativas e incluso sirviendo de base para el desarrollo de un Plan Integral de Seguridad Escolar (PISE)”.


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