Más de mil vidas podrían salvarse en Chile con la mamografía anual
Tiempo de lectura: 2 minutos Si bien, las campañas de concientización han aumentado la detección temprana del cáncer de mama, solo el 30% de las mujeres chilenas se realiza este examen.
Chile enfrenta una preocupante realidad en la lucha contra el cáncer de mama. Si bien las campañas de concientización han logrado un impacto positivo, aún falta mucho camino por recorrer.
Según el oncólogo y jefe del Programa Cáncer de Mama en Clínica Universidad de Los Andes, Nicolás Droppelmann, la mamografía anual a partir de los 40 años es la herramienta más efectiva para la detección temprana y la reducción de la mortalidad. Sin embargo, menos del 30% de las mujeres chilenas en el rango de edad indicado se realiza este examen.
La importancia del autoexamen
Diversos factores explican esta baja adherencia a la mamografía. El Dr. Droppelmann destaca el acceso al examen, especialmente en el sistema público de salud, donde la cobertura es limitada. Además, la disponibilidad de centros para realizar la mamografía y el costo del examen para quienes no están cubiertas por el sistema público representan barreras importantes.
Por otro lado, el autoexamen mamario, si bien no reemplaza la mamografía, es una herramienta complementaria crucial. Permite a las mujeres familiarizarse con sus mamas y detectar cualquier cambio que pueda ser indicativo de un problema. El Dr. Droppelmann recomienda realizar el autoexamen una vez al mes, idealmente siete días después del inicio de la menstruación, y estar atentas a alteraciones en la piel, retracción del pezón o la aparición de nódulos.
Mamografía: Una inversión en salud y vida
«Podríamos salvar a más de mil compatriotas al año si lográramos tener una mayor penetración de la mamografía anual», afirma el Dr. Droppelmann. La detección temprana no solo reduce drásticamente la mortalidad, sino que también permite tratamientos menos invasivos y más económicos para el sistema de salud.
Es importante destacar que las mujeres con factores de riesgo, como antecedentes familiares de cáncer de mama antes de los 50 años, deben comenzar con las mamografías 10 años antes de la edad en que su familiar fue diagnosticado.
