Paleontólogos chilenos usan tecnología para reconstruir el cerebro de los dinosaurios
Tiempo de lectura: 1 minuto Investigadores de la Red PaleoUChile utilizan tomógrafos para analizar las cavidades craneales y comprender mejor el comportamiento y estilo de vida de estos animales prehistóricos.
La paleontología, en su constante búsqueda por comprender el pasado, ha desarrollado una nueva rama que se centra en el estudio del cerebro de los dinosaurios. Gracias a avances tecnológicos como la tomografía computarizada, los científicos pueden ahora observar el interior de cráneos fósiles sin dañarlos.
Jared Amudeo, investigador de la Red PaleoUChile, explica que este método permite crear modelos 3D de la cavidad donde se alojaba el encéfalo.
«El encéfalo en sí no se fosiliza, pero la cavidad que lo contenía sí», señala Amudeo. «A partir de estos modelos, y comparándolos con las estructuras cerebrales de sus parientes vivos, como las aves y los cocodrilos, podemos empezar a interpretar la forma y función de las distintas partes del cerebro de los dinosaurios», agrega.
¿Qué sabemos del cerebro de los dinosaurios chilenos?
Chile cuenta con un rico registro fósil de dinosaurios, incluyendo especies únicas como el Chilesaurus, el Atacamatitan y el Stegouros. Sin embargo, la investigación sobre sus cerebros se encuentra aún en sus primeras etapas. Amudeo explica que la escasez de cráneos completos limita la cantidad de información disponible.
«Para estudiar el cerebro de un dinosaurio, necesitamos un cráneo bien conservado, y eso no siempre es fácil de encontrar», comenta el investigador.
«A pesar de las dificultades, hemos podido hacer algunas inferencias sobre el estilo de vida de ciertas especies. Por ejemplo, los anquilosaurios, como el Stegouros, probablemente se defendían de forma pasiva, utilizando su armadura ósea como protección», añade.
El estudio del cerebro de los dinosaurios chilenos ofrece una ventana fascinante al pasado, permitiendo a los científicos comprender mejor la evolución de estos animales y su adaptación al entorno. A medida que se descubran más fósiles y se desarrollen nuevas técnicas de análisis, podremos seguir descifrando los secretos que se esconden en el interior de estos gigantes prehistóricos.