Paula Sánchez: La chilena que detectó el despertar de un agujero negro
Tiempo de lectura: 3 minutos La astrónoma chilena, Paula Sánchez, hizo historia al ser la primera persona en detectar un agujero negro masivo en tiempo real. En conversación con Todo Tiene su Ciencia, habló sobre sus inicios y cómo llegó a trabajar en el Observatorio Europeo Austral (ESO) en Alemania.
Hace algunos días hizo noticia un estudio que observó, por primera vez, el despertar de un agujero negro en tiempo real. Esto resulta clave para comprender la actividad de las galaxias y cómo crecen y evolucionan los agujeros negros.
El hallazgo estuvo liderado por una chilena: la astrónoma de ESO en Alemania, Paula Sánchez, quien utilizó una combinación de datos de archivo y nuevas observaciones de instalaciones, incluido el instrumento X-shooter del VLT de ESO, en el desierto de Atacama.
En conversación con Todo Tiene su Ciencia, la doctora en Astronomía de la Universidad de Chile habló sobre el camino que recorrió para llegar a ser la investigadora de una de las instituciones astronómicas más importantes del mundo.
Todo comienza con una enciclopedia y una postal
La científica contó que tenía 7 u 8 años cuando, en la casa de su papá, se encontró con varias enciclopedias Icarito, donde el profesor José Maza hablaba de astronomía.
Ese hallazgo significó una primera aproximación al estudio del espacio. Después, vino el segundo: Paula se había ido de vacaciones con su familia a La Serena y, afuera de una agencia de turismo, vio una foto. Era la postal de un observatorio, que mostraba la nebulosa Cabeza de Caballo. «Atrás salía información del Observatorio Europeo Austral (ESO) que había tomado la imagen y dije: ¡Qué hermoso, yo quiero trabajar ahí! Y, bueno, bastantes años después, aquí estamos», dijo.
La astrónoma relató que, a medida que fue creciendo, empezó a informarse por Internet sobre la carrera de Astronomía. «Me di cuenta que estaba en la Universidad de Chile, que tenía un programa muy prestigioso, el primero que existió en Chile. Me acuerdo haberle dicho un día a mis papás: Me voy a estudiar a la Universidad de Chile y prepárense, porque eventualmente me voy a ir del país», mencionó.
De Puente Alto a Alemania
En ese tiempo, Paula estudiaba en el Colegio Santa María de la Cordillera, en Puente Alto. Ahí tuvo dos profesores que la marcaron en las asignaturas de Física y Matemática. «Con ellos me motivé más por la parte dura de ciencia y, sobre todo, el profe de matemática me llevaba a las olimpiadas. Ahí me metí en todo ese mundo, ya mucho más universitario, porque nos llevaban a competencias donde había gente muy inteligente», relató.
Por otro lado, su profesor de Física la motivó a que entrara a la Escuela de Verano de la Universidad de Chile, donde tomó un curso de astronomía y otro de física. «Ahí se me confirmó la idea de que quería ser astrónoma, entonces, estuve todo cuarto medio esforzándome para sacar un buen puntaje en la PSU y se logró. Me dio el puntaje para entrar a Beauchef, donde daban la Licenciatura en Astronomía», señaló.
Ya en la universidad, Paula comenzó a interesarse por estudiar las galaxias y, en específico, hubo un elemento de ellas que le llamó la atención: los cuásares, es decir, galaxias muy luminosas formadas por un agujero negro supermasivo en su centro.
«Estaba terminando la licenciatura, y después entré al doctorado. Hablé con la que después fue mi supervisora, que es Paulina Lira, sobre si podíamos trabajar juntas en ese tipo de objetos, porque hasta ahora nunca lo había hecho. Paulina, obviamente, me dijo que sí, que hiciéramos un proyecto piloto y terminó ese siendo mi proyecto de tesis, que fue, básicamente, estudiar cuásares», detalló.
Paula terminó su pregrado en 2012 y, al año siguiente, comenzó su doctorado. Luego, entre 2019 y 2021, realizó un postdoctorado en el Instituto Milenio de Astrofísica MAS. Fue en noviembre de 2021 -en medio de la pandemia- cuando la investigadora viajó a Alemania para trabajar en ESO.
En su postulación, dijo que quería trabajar con un objeto que, hace unos años, le había llamado la atención: era una galaxia que mostraba drásticos cambios en su brillo. La astrónoma pensó que podría ser un cuásar, sin embargo, terminó siendo un «núcleo galáctico activo» (AGN por sus siglas en inglés), una región compacta y brillante alimentada por un agujero negro masivo.