Evalúan opciones de reconstrucción por incendios en Valparaíso
Tiempo de lectura: 2 minutos A través de visitas técnicas a algunas edificaciones ubicadas en Viña del Mar y Quilpué, profesores y estudiantes del Departamento de Obras Civiles de la USM, entregaron sus recomendaciones preliminares para un proyecto de reparación o demolición en las zonas siniestradas.
Con el objetivo de identificar y registrar los daños de los edificios siniestrados durante el pasado incendio que afectó a la Región de Valparaíso, un grupo de profesores y estudiantes del Departamento de Obras Civiles de la Universidad Técnica Federico Santa María visitó algunas viviendas afectadas y elaboró informes con distintas evaluaciones.
El equipo encabezado por René Tobar, encargado del Laboratorio de Ingeniería Sismorresistente, analizó en terreno los edificios siniestrados en Pompeya Sur y Canal Chacao en Quilpué, además de diversas viviendas de El Olivar, Canal Beagle y Villa Dulce, de la comuna de Viña del Mar.
Tobar señaló que la mayoría de las viviendas fueron construidas con albañilería confinada, con muros de ladrillos macizos reforzados con cadenas y pilares de hormigón armado, o bien con albañilería armada, o sea, con muros de ladrillos donde las barras de acero de refuerzo quedan alojadas dentro de las unidades.
“Se observó, en general, un mejor comportamiento de la albañilería confinada, con muy poco daño estructural detectado. La albañilería armada, en cambio, no tuvo tan buen desempeño encontrándose viviendas construidas con esta modalidad donde, en extensas superficies de muros, los ladrillos perdieron su capa externa, como es el caso de uno de los edificios de Pompeya Sur”, comenta.
Reconstrucción
Según explica el experto casi todo es reparable, pero “resulta obvio que depende del grado de daño en que haya quedado la vivienda, pero también hay otros parámetros importantes. Uno de ellos es la masa que la construcción tenga en altura. Esto tiene que ver con el peso del techo y pisos superiores”, explica, apuntando a la necesidad que las viviendas (reparadas o hechas desde cero) deben ser capaces de resistir un terremoto.
De igual forma, el experto señala que el techo no solo cumple la función de resguardo de la intemperie, sino que puede contribuir a la resistencia sísmica de la vivienda “gracias a su acción de arriostramiento”.
Respecto a los daños señala que “a menos que la estructura haya quedado muy afectada por el incendio, las reparaciones son fáciles y el reemplazo de los elementos dañados no tiene gran dificultad”.
No así en el caso de las viviendas de dos o más pisos. “Es asunto de cuidado, debido al mayor nivel de los esfuerzos que aparecerán en la estructura durante un sismo, a consecuencias de la masa del segundo piso. Es frecuente que las reparaciones requieran resinas epóxicas y otros productos de alto costo”, finaliza.
Fuente: USM