Un tesoro entomológico del norte chileno cuidado durante 60 años
Tiempo de lectura: 3 minutos La Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Tarapacá conserva la colección entomológica más antigua de la Región de Arica y Parinacota, con miles de insectos conservados en perfectas condiciones para servir de testimonio de la biodiversidad regional.
El rico acervo de esta colección es el resultado de la contribución de un largo listado de entomólogos, tanto nacionales como extranjeros, que han efectuado trabajo de campo en diferentes ambientes del norte de Chile. Actualmente, este tesoro patrimonial se encuentra resguardado en el Departamento de Recursos Ambientales, y continúa siendo enriquecido mediante la actividad de investigadores como el Doctor en Ciencias Biológicas en el área de Entomología, Héctor Vargas Ortiz, quien se ha dedicado por más de veinte años a este trabajo.
Vargas profundizó acerca de la antigüedad de la colección, su importancia y el aporte a la ciencia que significa contar con tales ejemplares colectados y tan bien conservados, como es el caso del conjunto preservado en la UTA.
La colección
La colección cuenta con más de doscientos mil insectos, de los cuales miles corresponden a lepidópteros, conocidos comúnmente como mariposas o polillas, son insectos que tienen tres pares de patas en el cuerpo y se diferencian de los demás porque sus alas y cuerpo están cubiertos por escamas. Y según explicó “cada uno de los ejemplares de la colección están resguardados en cajas especiales, conservados en alcanfor para evitar el contacto con otros organismos que puedan perjudicar su conservación”.
Esta colección comenzó a formarse hace 60 años, tras el nacimiento de la Facultad de Ciencias Agronómicas. Según explicó el profesor Vargas “nuestro fundador fue un distinguido entomólogo chileno, el profesor Raúl Cortés Peña. Como todos los centros que fue creando o a los cuales perteneció durante su trayectoria como académico, esta unidad estaba destinada a tener una colección de insectos”.
¿Cómo identificarlos?
El académico de la UTA explica que cuando se toma un insecto, cualquiera que sea, se debe observar algunas características estructurales que son claves para identificarlo e intentar ubicarlo dentro del árbol de la vida. Las primeras observaciones son bien simples y es fácil discriminar, por ejemplo, a qué orden pertenece el insecto que uno tenga en ese momento en la mano. Si es una mariposa o una polilla es simple reconocerla. Tras esta identificación, hay que saber a qué tipo de familia pertenece, por lo que hay que observar otra características estructurales.
Posteriormente, añadió el entomólogo, se requiere hilar más fino para asociar el insecto colectado a algún género perteneciente a determinada familia, y dentro del género seleccionado, averiguar si el ejemplar en estudio corresponde a alguna especie previamente descrita o a una nueva. A este nivel es extremadamente importante la consulta de literatura especializada, la observación de ejemplares de referencia depositados en colecciones y la interacción con especialistas. Además, las herramientas de biología molecular son cada vez más útiles en el proceso de identificación.
El aporte a la ciencia
En cuanto a la colección, su aporte a la comunidad científica es importante, ya que contribuye con un punto de referencia para los entomólogos. Por ejemplo, durante el proceso de identificación de un insecto, uno de los mecanismos más importantes para esta tarea es compararlo con material que ya esté identificado en una colección bien cuidada, como la que tiene la universidad, en la que la información del insecto pinchado corresponda al individuo que se está estudiando por primera vez.
Otra de las contribuciones de una colección es el racionalizar los esfuerzos de colecta, es decir, si alguien está interesado en conocer una fauna de insectos de una región o sector específico, contar con esta información permite saber cuán estudiados están algunos insectos en ciertos sectores y cuáles no.
El académico señala que “lo importante, es conocer y reconocer lo que tenemos, y qué relación tiene esto con otras faunas del continente, e identificarlas bien para contar con material, el que permite la verificación de resultados”.
La colección se puede visitar, coordinando una visita con el profesor Dante Bobadilla o con el Dr. Vargas, comunicándose al correo electrónico havargas@academicos.uta.cl. Ambos académicos pueden acompañar y guiar la visita para, además, en palabras del investigador “hablar de bichos”.
Fuente: UTA