¿Estamos perdiendo la capacidad de asombrarnos?
A medida que las personas crecen, estas pierden la curiosidad, la sorpresa y la capacidad de asombro. En Todo Tiene su Ciencia, Emilia Aguilar conversó con Francisco Parada, académico de psicología de la Universidad Diego Portales y director del Centro de Estudios de Neurociencia Humana y Neuropsicología sobre los factores que pueden influir en la pérdida de esta característica.
El experto sostuvo que la curiosidad es una característica nata de los seres vivos, y que esta capacidad es más evidente en los niños, ya que estos tienden a sorprenderse más que los adultos con nuevas sensaciones, principalmente debido a la novedad de las cosas. «La sorpresa es un indicador de que esto no lo conozco. Es nuevo, potencialmente útil o peligroso», afirmó Parada.
El psicólogo anunció que la pérdida de esta capacidad desde el punto de vista biológico no es algo malo, pero a nivel psicológico y cultural se ha transformado en un problema.
De acuerdo con el experto uno de los factores que influyen en la pérdida de la curiosidad puede ser la tecnología, ya que al acceder a experiencias virtuales puede llevar a las personas a diferentes vivencias. Además en adultos, la necesidad de tener certezas es lo que hace que se pierda el asombro. «No es que perdamos la capacidad de sorprendernos, sino que cuales adictos necesitamos una dosis un poco mayor de sorpresa», concluyó el académico.