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Cruce entre cabra criolla y española para resistir la sequía

Cruce entre cabra criolla y española para resistir la sequía

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Tiempo de lectura: 2 minutos A través de la cruza entre la cabra criolla y la cabra murciano-granadina de España, se busca una alternativa sustentable que permitirá al rubro caprino seguir subsistiendo durante una sequía en la Región de Coquimbo.

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El Norte Chico de nuestro país actualmente se encuentra bajo una de las peores crisis hídricas de su historia. Dentro de este ambiente de sequía, una de las zonas más afectadas es la Región de Coquimbo, cuyo déficit de precipitaciones ha alcanzado el 80%.

Giorgio Castellaro, académico del Departamento de Producción Animal, atestigua cómo el ascenso de las temperaturas máximas y la disminución de las precipitaciones ha impactado negativamente a los crianceros de ganado caprino, un rubro clave en la zona.

Es por esa razón que, desde 2018, el Departamento de Producción Animal, financiado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), desarrolló una investigación que propone inseminar cabras criollas con el material reproductivo de la cabra murciano-granadina de España.

Esta acción, señala la directora alterna del proyecto, Claudia Torres, se basa en la enorme adaptabilidad de la cabra española a condiciones similares a las que es posible encontrar en la Región de Coquimbo. “La raza española es básicamente más pequeña que la cabra criolla. Se asume que un animal más pequeño es más fácil de mantener, tiene requerimientos capaces de cubrir las condiciones de la zona. Además, es un animal que tiene características de leche muy conocidas y que son muy superiores a lo que uno encuentra”, explica la ingeniera agrónoma.

Afinidad entre ambas especies

Durante el desarrollo del proyecto, también se evidenció la enorme afinidad entre ambas especies, logrando que incluso las primeras crías obtuvieran las características deseadas. “Conversando con veterinarios españoles me decían que los troncos de origen de las razas se parecen (…) Al final, da cuenta del origen de nuestra cabra criolla cuando fueron traídas por los españoles hace 400 años atrás”, señala la investigadora Claudia Torres.

Con los resultados de esta investigación, el siguiente paso es lograr que se vayan implementando estos cambios en la zona norte. Esta labor, como destaca el profesor Castellaro, tiene como propósito generar una alternativa sustentable para un rubro que, en el pasado, ha intentado medidas más extremas, como la relocalización de cabras en la zona sur u opciones más radicales, como la terminación de rebaños. “Con estas cabras, una opción es aplicar condiciones de restricciones nutricionales, ya que al ser cabritas más pequeñas comen menos, tienen mayor eficiencia biológica en la producción de leche”, afirma Giorgio Castellaro, director del proyecto.

Fuente: U. de Chile


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