Alucinógenos: Se instala el debate sobre su uso medicinal en Chile
Tiempo de lectura: 5 minutos El pasado 24 de noviembre, el Ministerio de Salud informó que creará una comisión técnica para estudiar el uso medicinal y científico de algunos hongos alucinógenos. Desde la comunidad científica advierten la dificultad de estudiar estas materias en el país y destacan la efectividad de estas drogas para fines terapéuticos.
En los últimos años, se ha intensificado en el mundo el debate sobre los usos médicos e investigativos de los hongos alucinógenos, discusión que también se ha instalado en Chile. ¿Son riesgosos? ¿Qué efectos pueden generar en las personas? ¿Son efectivos para el tratamiento de algunas enfermedades?
Estas son algunas de las interrogantes que rondan bajo este tema y que el Ministerio de Salud parece querer abordar. Es que el pasado 24 de noviembre, la titular de cartera, Ximena Aguilera, dio a conocer que convocará una comisión técnica para estudiar el uso medicinal de algunos hongos alucinógenos, como la psilocibina, que genera alucinaciones visuales, auditivas y alteraciones profundas de conciencia.
“Se creará un equipo de trabajo para elaborar, antes del 31 de diciembre de 2023, una propuesta para el uso de psilocibina y hongos psilocibes para fines medicinales y de investigación científica”, informó la secretaria de Estado a La Segunda.
Consultado por Cooperativa Ciencia, el Dr. Sergio Sánchez, experto en políticas de Drogas del Ministerio de Salud y quien liderará el equipo, detalló que «este equipo revisará la evidencia científica disponible y las regulaciones que han realizado otros estados como Australia para permitir su uso. Está formado por profesionales expertos de la Subsecretaría de Salud Pública de Redes y del Instituto de Salud Pública«.
Sánchez agrega que «de la creación del estudio esperamos obtener un reglamento que oriente los procedimientos de uso y restricciones para usos medicinales de la psilocibina».
El caso australiano
La creación de esta comisión técnica parece ser un paso importante para el estudio de los hongos alucinógenos, pudiendo apuntar en la misma dirección del caso de Australia. Este año, dicho país se convirtió en el primero en legalizar la receta de fármacos con psilocibina y MDMA (conocida como éxtasis) para tratar patologías mentales.
Esta regulación permite a psiquiatras prescribir la psilocibina para depresiones que no mejoren con otros tratamientos, y también la droga sintética MDMA para el tratamiento del síndrome de estrés postraumático.
De acuerdo con el organismo australiano encargado de la regulación de medicamento en Australia, la TGA, estas serían las únicas dos enfermedades para las que hay pruebas suficientes de que la psilocibina y MDMA pueden tener beneficios potenciales.
Para que los profesionales puedan recetar fármacos con estas sustancias, deberán recibir la aprobación de la TGA, que someterá cada caso a juicio de un comité de investigación ética.
El organismo reconoce la falta de opciones para quienes padezcan enfermedades mentales que no han tenido efecto ante tratamientos convencionales. Al mismo tiempo, destaca la necesidad de controles y un seguimiento para posibles efectos adversos de estas terapias.
Un campo incipiente en Chile
El estudio de hongos alucinógenos en nuestro país se muestra como un campo incipiente, donde científicos trabajan actualmente en el tema. Ejemplo de ello son cuatro investigaciones lideradas por el académico de la Universidad Católica del Norte, Óscar Véliz
Un debate que limita la ciencia
Generar investigación en torno a los hongos psicodélicos no es tarea fácil, al menos no en Chile. Para Véliz existe un marco regulatorio muy prohibitivo y burocrático para el desarrollo de estudios clínicos que sometan a personas a tratamientos.
En este escenario, el investigador plantea que «ya se han rechazado estudios de ese tipo en Chile» y que el desarrollo de algunas de sus investigaciones están sujetas a lo establezcan los permisos del ISP y SAG. En este sentido, la comisión técnica que conformará el Minsal podría abrir un camino para avanzar en el estudio de las drogas alucinógenas.
«Lamentablemente, mientras eso no se logre, el primer estudio más bien exploratorio, con personas que ya de manera voluntaria y autónoma han consumido sustancias psicodélicas o que en el terreno underground están consultando profesionales o a facilitadores que les acompañan en el trabajo terapéutico con medicina», detalla el científico de la UCN.